Caminamos porque con la paz no se juega, porque tenemos derecho a vivir tranquilos

La compañera Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, anuncio que este sábado 23 de noviembre se realizarán caminatas en todo el país. Caminamos porque con la paz no se juega, porque tenemos derecho a vivir tranquilos”, subrayó.

“Estamos caminando en todo el país, vamos a seguir caminando en todo el país, con la paz, decimos, afirmamos con convicción, no se juega”, agregó.

La compañera vicepresidenta destacó que en todo el país caminamos porque con las familias y la alegría de las familias y el derecho a las fiestas de las familias y el derecho a ganarnos la vida trabajando en estos días, no se juega.

“Porque aquí ganamos todos, los hermanos y hermanas que han recibido sus pensiones, que están recibiendo su aguinaldo, que van al mercado, que van a los comercios, todos ganamos, unos y otros con la familia y la alegría de las familias y el colorido de nuestra Nicaragua no se juega. Con el trabajo, con el derecho a trabajar y a prosperar, no se juega”, recalcó.

“Caminamos porque avanzamos, caminamos porque sabemos que es nuestro, de todos los nicaragüenses, el porvenir. Caminamos con la fuerza de nuestra alegría, de nuestros corazones contentos, orgullosos, inmensamente orgullosos. No nos cansamos de decirlo: de nuestra Nicaragua que es de luz, no de oscurana, que es de vida, no es de destrucción o de muerte, que es de verdad, no es de falsedades, no es de patrañas”.

Aquí reina Jesús por Siempre, todos los días lo decimos: Jesucristo príncipe de la paz, del amor, de la vida tranquila, familiar, fraternal, segura, honrada, linda, que tenemos el privilegio de conocer y disfrutar en nuestra Nicaragua, caminamos porque el futuro es de los pueblos. Es de pueblos con derecho, es de pueblos tenaces, dinámicos, es de la actividad creativa, productiva, de cultura, de tradición, es de la música, la danza, la poesía, es de los colores de nuestros paisajes y de nuestro arte, es de los sabores, de los aromas, y en el caso de nuestra Nicaragua”.

Todo eso y además como parte de todo eso, el aire, el aire bendito de nuestra patria siempre libre, donde el amor, cuida el amor, donde el amor, vence, ha vencido y seguirá venciendo. El amor como presente y como horizonte que nos define y nos defiende”, añadió.

Dijo la vicepresidenta de Nicaragua que el amor nos hace libres, el amor nos hace cada vez más recios, el amor nos hace imperturbables, el amor nos hace crear, “porque creemos en ese mundo nuevo que está naciendo con dolores de parto, pero está naciendo”.

Se refirió a nuestro continente, a nuestra América Caribeña, que es un continente de alumbramientos, de partos, es un continente con futuro, porque es un continente joven, nuevo y lleno juventud.

Nace el amor con dolores de parto. Nace el mundo nuevo. El amor nace y renace todos los días y decimos que lo estamos dando a luz entre todos los pueblos. Todos los pueblos conscientes del planeta iluminamos, festejamos, celebramos, ese mundo nuevo, que nos llega, que lo estamos haciendo caminando, con dolores, con sufrimiento, pero sin perder la esperanza, la alegría que nos pertenece y recibimos ese mundo nuevo que entre todos estamos dando a luz sabiendo ver los signos y señales de ese nuevo amanecer que también entre todos estamos procurando”.

¡Vencemos! ¡Vencemos! ¡Vecemos!
¡Triunfamos! ¡Triunfamos! ¡Triunfamos!

“Vamos adelante, con amor que es imprescindible en nuestras vidas, con paz y bien. Amor, luz, vida, verdad, paz, trabajo, seguridad, bien, bienestar, derechos, prosperaridad y todo desde la alegría, esa alegría que nos caracteriza, por la que bendecimos a Dios y agradecemos a Dios todos los días”, apuntó la compañera Rosario Murillo.“Compañeros, compañeras este es un mundo alegre, este es un país alegre. Quisieron apagar la luminosidad de nuestros corazones, pero no pudieron, ni podrán, no nos apagarán jamás. Aquí reina el amor, proclamó.

Un mundo que moviliza a miles de personas en distintos reclamos

En su mensaje, la compañera Rosario Murillo, destacó el protagonismo de las familias nicaragüenses que quieren trabajar, prosperar, en paz y tranquilidad y con mucha seguridad que es lo que tenemos en esta Nicaragua de bien.

“Cristianos somos todos, familias cristianas, generosas y solidarias que vivimos en esta Nicaragua que cree, que reza, a Jesucristo Nuestro Señor, a nuestra Madre María, que la paz se continúe fortaleciendo, consolidando, ganando el amor como siempre ha ganado el amor en nuestra Nicaragua”.

Se refirió a que estamos viendo la complejidad y la convulsión que llena el mundo y que moviliza a miles de personas en distintos reclamos, miles de personas y distintos reclamos cuya lectura, la lectura que se hace desde los medios de comunicación internacionales, la lectura es: queremos derecho, queremos justicia social. “Leemos, vemos, nos damos cuenta de tantos vigores dispersos como decía nuestro gran Rubén Darío, vigores dispersos, pero uniéndose alrededor del reclamo, de inclusión, de derechos, de justicia social”.

Recalcó que son múltiples las voces en América Latina que representan los rasgos de un mundo nuevo, un nuevo mundo, un mundo mejor que es imprescindible. El mundo mejor que buscamos todos desde nuestros corazones y perspectivas diferentes que tratamos de acercar para alcanzar esa concordia que el mundo, el planeta, los pueblos tanto necesitamos desde el respeto a los derechos de todos, al bien de todos, el respeto, a un planeta, a un mundo para todos.

“En Nicaragua nos reconocemos en caminos de encuentro, de dignidad, de soberanía, de tranquilidad, para trabajar, para avanzar, para prosperar, tranquilidad, trabajo, seguridad paz”.

“Somos familias vitales, somos familias espléndidamente laboriosas, familias buenas, familias cristinas, familias solidarias, familias que hemos nacido y crecido en valores, una cultura de valores cristianos”, continuó diciendo.

“Todos los días decimos, todos los días recordamos las salas, los comedores, los corredores en nuestra casa, con todos los santos, con el sagrado corazón de Jesús, con La Purísima, con el Ánima Sola, con la Virgen de Fátima con todas nuestras sagradas creencias. Así nacimos, así crecimos y eso nos ha dado una fortaleza tremenda porque somos gente de fe, de esperanza y confianza en Dios. Una fe que nos alienta y nos anima todos los días, que nos hace cada vez más valiente, tenemos una valentía natural, y desde la fe somos cada vez más valientes y sabemos que vamos siempre más allá en todas las circunstancias, llenos de Dios, llenos de amor, en victorias, en victorias de lo que todos queremos, emprender, aprender, avanzar, prosperar, alzando, elevando la vida buena solidaria, familiar, fraternal, en toda nuestra Patria”.

Recalcó que con la paz en Nicaragua no se juega: Con la paz no se juega, y en esta nuestra Patria amorosa, cristiana, con la paz no jugamos. Nos ha costado tanto la paz, la concordia, que se custodia y resguarda. Esa paz, esa armonía, esa convivencia armoniosa con toda la fuerza de nuestros corazones nobles, honorables”.

“Todos estamos cada vez más claros de lo que queremos y lo que necesitamos. Todos estamos cada vez más claros de la potencia, la potencia insustituible de nuestra cultura de paz, de trabajo honrado, de desarrollo justo, de todo lo que quiere decir bienestar y alegría, alegría en los hogares, en las familias, en las comunidades. Todos estamos cada vez más claros de donde está el bien común, de donde está la prédica y la práctica cristiana, el anuncio, las rutas de buenas nuevas, de ese evangelio hermosísimo que hemos conocido a lo largo de nuestras vidas, que nos anuncia a Cristo Redentor y Salvador del Mundo. Ese Cristo Jesús que amamos, que nos ha restaurado, que nos ha redimido de la oscuridad, de la oscurana con la que unos pocos quisieron borrar la sonrisa de los niños, la sonrisa de nuestros abuelitos y abuelitas, la sonrisa de las mujeres y el profundo sentimiento de orgullo de mujeres, de hombres, jóvenes, familias. Orgullo por nuestros logros en la lucha contra la pobreza, logros que han sido reconocidos en el mundo entero”.

“Porque sabemos que el capitalismo atroz y salvaje, un modelo de exclusión de las mayorías, de corrupción y acaparamiento y ese modelo de corrupción, de acaparamiento, de exclusión, de negación de derechos de las mayorías, denunciado como capitalismo salvaje por San Juan Pablo II, se quiso reinstalar el año pasado, como parte de la oscurana espantosa, que gracias a Dios desterramos”, recordó.

No obstante dijo que los fantasmas de esas horas de apagón, de tinieblas, las momias de esas horas tenebrosas, unos cuantos andan por ahí, asechando, con patrañas, con mentiras, con falsedades, mentiras, patrañas que sofocan todavía más esas pocas voces, las pocas voces grotescas, que son heraldos de destrucción y muerte y que nadie quiere escuchar, por lo que representan, “porque los conocemos, los hemos conocido y los hemos aplacado por lo que son. Porque son heraldos de destrucción y muerte y por eso se estrellan con el más profundo y decidor repudio, rechazo de las familias buenas, cristianas, creyentes, devotas de verdad, familias solidarias de nuestra Nicaragua”.

Finalmente, la compañera vicepresidenta dijo que los nicaragüenses, “hemos luchado y seguimos luchando, el pueblo nicaragüense, somos de lucha y de honor, somos historia y gloria, ejemplo luminoso de fortaleza para tantos pueblos del mundo. Nuestro orgullo, orgullo nacional, nuestro sentido de patria, patria libre, patria buena, patria próspera, patria justa”.

Nuestro compromiso cristiano con los derechos de todos y del bien de todos, todo eso brilla hermoso, brillan hermosos esos compromisos, como la paz, que es el sol que nos ilumina y que no declina, porque ese sol que todos sostenemos con nuestra buena voluntad, ilumina ya todas las nuevas victorias, las victorias que cada día alcanzamos de la mano de Dios y las victorias que vamos construyendo porque vamos hacia un porvenir luminoso, porque vamos adelante, porque vamos siempre más allá”.

“Entonces caminamos por nuestros derechos, caminamos salvaguardando, custodiando con celo bendito la paz y el bien, proclamando como familias creyentes, devotas, cristianas que con la paz no se juega, porque la paz es un don de Dios, milagro de Dios y quien pretenda alterar la paz sagrada está tocando al Señor, a Nuestro Dios, a Jesucristo nuestro Rey, tocándolo con las manos sucias”.

La compañera Rosario Murillo dejó claro que cuando no hay principios, no hay ideales, no hay valores cristianos, y cuando lo que hay es maldad, perversidad, están atacando lo más profundo de nuestra esencia, de nuestra cultura nacional que son esos valores cristianos, de devoción, de tradición, de familia y de comunidad.