En el mes de febrero se conmemora un fecha especial para la población guatemalteca -originalmente indígena-, el “Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno”, sucedido en los años 60 en Guatemala. La participación de las comunidades indígenas fue sobresaliente, manifestaban su desagrado con las políticas colonizadoras capitalistas que pretendían arrebatarles sus tierras, así como la exterminación de la población muchas otras violaciones a los DDHH
Rigoberta Menchú es originaria del grupo Quiché Maya, su familia murió a causa de la violencia armada estatal aplicada contra los protestantes indígenas, que perdura al día de hoy en Guatemala. Su padre fue calcinado en el incendio de la Embajada de España, provocado por el Ejército Nacional, como medida para desintegrar una protesta de resistencia, donde murieron treinta y siete protestantes, su madre y hermanos fueron secuestrados y torturados por paramilitares, mientras exigían el reconocimiento de las 23 comunidades indígenas. Rigoberta co-fundó el Comité de Unidad Campesina, lo que la posicionó como blanco de persecución política, obligándola al exilio hacia México, posteriormente regresó a Guatemala, donde fue detenida y apresada. Sin embargo, la presión civil de miles de universitarios forzó su liberación.
En 1993 fue condecorada con el Premio Nobel de la Paz, siendo la primera mujer indígena con tal reconocimiento, con base en su lucha por la restitución y respeto a los Derechos de las Tribus Indígenas de Guatemala. En 2007 y 2011 corrió en las elecciones generales para Presidenta, obteniendo un porcentaje sumamente bajo.
En la actualidad, con 17 Doctorados Honoris Causa, dirige su Fundación Rigoberta Menchú, inclinada a la defensa de los Derechos Indígenas en América Latina, y es presidenta de Salud Para Todos, una organización que se encarga de abastecer a las Comunidades Indígenas con medicinas genéricas.
Rigoberta Menchú, un ejemplo de lucha y dignidad.
Redaccion: Alejandra Viales.