Por: Moisés Absalón Pastora.
Como todas las mañanas en el programa Detalles del Momento, el periodista Moisés Absalón Pastora compartió su pensamiento editorial sobre un tema relevante en la actualidad nicaragüense, en esta ocasión sobre los nicaragüenses que viven en las faldas del imperio norteamericano:
“Hay una buena parte de compatriotas que tras la revolución sandinista de 1979 se fueron a Miami, todos ellos vinculados a Anastacio Somoza Debayle y a la Guardia Nacional. Otros, en la década de los ochentas como consecuencia de la guerra que nos impuso Estados Unidos.
Liberarnos de Somoza fue un acto espontáneo de casi la totalidad de los nicaragüenses, quien la crío y amamantó con la fuerza de la intervención y la invasión, no tuvo más remedio que recibir a la crema y nata de aquel somocismo, con los cubanos batistinos que habían llegado 20 años antes. Se juntaron los más ortodoxos reaccionarios del anti-castrismo y anti-sandinismo para ser la base torpedera que hizo posible la Bahía de Cochinos y la “Contra”.
Aquí en la década de los ochenta se cometieron muchos errores por parte de una “Dirección Nacional” donde decidían individuos que hoy quieren pretender que no tuvieron responsabilidades. Sergio Ramírez, Dora María Téllez, Henry Ruiz, Luis Carrión, Rafael Solís, Mónica Baltodano, Julio López, Víctor Hugo Tinoco, Hugo Torrez, Carlos Tunnerman y otros que se sustraen de las persecuciones que ordenaron, de la economía que desbarataron, y hoy descaradamente van a Miami a dar cátedras de democracia.
Muchísimos regresaron al país, sin que sus hijos se pudieran aclimatar a las limitaciones que encontraron aquí y entonces decidieron volver a Miami, no solo hablando pestes de Nicaragua, sino alentando al odio y a la violencia desde la Capital del Sol. Hay otra gran cantidad que aún viviendo en Miami, hablan de los enormes cambios estructurales en toda nuestra nación a pesar de la tragedia del 18 de Abril, y son mal vistos por los nicas caitudos, patas chorreadas y chinela de gancho porque se creen más gringos que nicas por medio machacar el espanglish.
Cuando esos nicas del apartheid somocista viven vomitando odio, y violencia contra los que estamos aquí, que son ignorantes absolutos de nuestros procesos históricos, que creen que atrincherados en Facebook van a cambiar el mundo, lo único que te saben decir es que aquí hay comunismo solo porque se lo escucharon a algún cubano batistiano.
Estos de los que hablo, habiéndose ido crecidos, cuando como purgante han tenido que venir aquí, a ver qué onda, andan incómodos por el calor, porque no comen cualquier cosa, porque según ellos en la gusanera no hay moscas.
Uno de estos me porfiaba que en Miami había moscas educadas, que no se paraban en la comida, y me lo decía con acento cubano, chico. Me decía a mí, que viví en Miami tres años y medio, que allá es mejor la vida, cuando la verdad, en ese ambiente tan superficial todos trabajan en turnos como esclavos, y todo para que vivas drogado por una sociedad de consumo donde nada de lo que tienes es tuyo, sino del banco.
Esos malos nicaragüenses al final no tienen más que admitir que esta Nicaragua, a pesar de las mil mentiras que se inventan, su salario lo disfruta compartiéndolo en familia, en las múltiples opciones recreativas que tenemos, que aquí el nica tiene más confianza en el gobierno que en sus detractores, que de ir hoy a elecciones sería aplastado, porque los cabecillas del golpe seguramente son los nuevos lava inodoros del imperio.
Como de costumbre, Pastora terminó su intervención con su frase insigne “Que Dios bendiga a Nicaragua”.