El espectro de una nueva pandemia de gripe, provocada por un virus que se propague por el mundo con rapidez, gracias al alcance de los nuevos medios de comunicación, es una amenaza real e inevitable, ha declarado este lunes 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la presentación de una nueva estrategia para reforzar los métodos de prevención.
Una nueva pandemia, con consecuencias sociales y económicas devastadoras, es sólo una cuestión de tiempo y, por este motivo, la OMS publicó una serie de nuevas recomendaciones, para el periodo 2019-2030, que intentarán aumentar la protección humana frente al virus de la gripe estacional y respecto al contagio de otros virus procedentes de animales.
Facilidad de propagación
Las ímágenes difundidas, el año pasado, en los medios de comunicación sobre un centenar de pasajeros puestos en cuarentena, tras un vuelo entre Dubai y Nueva York, por manifestar síntomas de problemas respiratorios graves, demostró la facilidad con la que puede propagarse un virus entre un grupo de personas que permanecen recluidas durante varias horas dentro de un espacio cerrado.
Para la gran mayoría, el virus de la gripe no es peligroso por manifestarse a través de síntomas corrientes: dolores de cabeza, nariz que gotea, tos o dolores musculares, los cuales se asemejan a los de un fuerte catarro. Sin embargo, este virus estacional que aparece dos veces en invierno, una vez en el hemisferio norte y otra en el del sur, mata a miles de personas cada año.
De acuerdo con las cifras de la OMS, la gripe se cobra al menos 650.000 vidas anuales. Sus principales víctimas son las personas mayores, los niños de corta edad o las personas que tienen un sistema inmunitario deficiente. Según el director general de este organismo, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, la cuestión no es si habrá una próxima pandemia, sino cuando ocurrirá».
Se calcula que, a nivel mundial, hay anualmente un billón de casos de gripe. Entre ellos, cinco millones son muy severos. Debido a la amplitud del contagio, la estrategia preconizada por la OMS se concentra principalmente en la prevención y en el control de la gripe estacional, a través de la utilización de vacunas, antivirales u otros métodos no farmaceúticos.
La agencia sanitaria de la ONU alienta a los países a reforzar la prevención ya que estas medidas podrían también contribuir a frenar otras enfermedades infecciosas. También reconoce que se necesitan más medios para poder controlar y prevenir eficazmente una pandemia de gripe sobre todo en lo que respecta a las vacunas, que deberían durar más y proporcionar una mayor inmunidad.
Fué en 2006, durante el brote del virus H5N1, cuando la OMS constató que numerosos países en desarrollo no tenían acceso a las vacunas, porque no tenían acceso a la producción de vacunas o no podían producirla ellos mismos. Además, de todas formas en caso de pandemia no la recibirían a tiempo. Tras aquella experiencia, se facilitó la producción « in situ » de las vacunas y, actualmente, hay nueve que la producen.
En 2009, la amenaza del virus H1N1 sacó a la luz otro problema : la falta de infraestructuras. Aunque muchos países podían recibir la vacuna no eran capaces de distribuirla. Debido a la falta de organización, los medicamentos permanecieron bloqueados en los aeropuertos o en los almacenes locales sin poder ser utilizados.
Actualmente, el mundo está mejor preparado para enfrentarse a una pandemia, afirmó la OMS. Sin embargo, para poder retrasar al máximo la próxima, es necesario seguir intensificando el uso de vacunas, de medicamentos y de tratamientos porque el virus de la gripe tiene grandes capacidades de mutación para burlar el sistema inmunitario del ser humano.