Rompen el silencio dos mujeres que dicen haber sido abusadas sexualmente años atrás por monjas. Ambas alegan que en medio del escándalo de abuso sexual a menores por sacerdotes sus historias han sido pasadas por alto. “Es una violación espiritual, realmente lo es”, dijo Anne Gleeson a HuffPost en una entrevista exclusiva en video. “Te roba la fe. Envidio a las personas que tienen fe”.
Otra presunta víctima, Patricia Cahill, también contó su historia. Varias monjas fueron nombradas en un reporte que denuncia el acoso sexual de varios menores de edad divulgado por la firma legal Jeff Anderson & Associates de Minneapolis. Si bien el reporte se enfoca en la Arquidiócesis de Chicago y otras diócesis de Illinois, tal vez estas nuevas declaraciones puedan destapar una nueva ola de acusaciones que involucren a más monjas.
Gleeson dice que la hermana Judith Fisher, quien era su maestra de octavo grado en una escuela católica en St. Louis, comenzó a abusar de ella a los 13 años. “Ella siempre lo describió como ‘el amor de Dios’— ‘Este es el amor de Dios, nadie más lo va a entender”, recuerda sobre lo que le decía la religiosa. “Piensas que las mujeres son más maternales y confías más en ellas”, añade. “Y cuando lo hacen gentilmente y dulcemente y lo pintan como algo que te beneficia, tú te lo crees. Es una forma de lavarte el cerebro. Tengo que creer eso porque si no ¿cómo pude estar tan ciega?”
Por su parte, Cahill dice que la hermana Eileen Shaw, a quien conoció mientras estudiaba en una escuela católica en Nueva Jersey, abusó de ella cuando Cahill tenía 15 años. La monjatenía 36 años. Cahill ya había sido abusada sexualmente anteriormente por su tío, quien era sacerdote. Según ella, Shaw fue la primera persona que le dio “alcohol y drogas” cuando ella era una adolescente
Cahill recuenta que la monja la hizo pensar que estaba enamorada de ella. “Ella me dijo que me amaba, me compró regalos. Ella me llevaba sola a acampar, dormíamos en la misma colchoneta”. Tras denunciar el abuso por parte de Shaw a Sisters of Charity of St. Elizabeth en 1994, Cahill recibió $70,000 de pago por daños en un acuerdo fuera de la corte, reportó CBS News. Shaw ya no puede trabajar con ningún menor de 21 años y fue expulsada del ministerio, según reportes.
Por su parte Gleeson dice que lamenta que la hermana Fisher —quien murió en el 2004 antes de poder presentarse en la corte tras ser demandada por su alegada víctima— no pudiera confesar el daño que según Gleeson le causó, haciendo que intentara suicidarse dos veces, una cuando ella estudiaba en la escuela secundaria y la segunda vez cuando estudiaba en la universidad. Si bien recibió terapia, dice que nada ha podido sanar su dolor y cuenta su historia para prevenir que esto le pase a otras niñas o adolescentes.