La noche de este miércoles una fuerte tormenta acompañada de granizo y vientos huracanados, sin precedente alguno, deja el saldo de al menos seis turistas extranjeros muertos, un pescador de 62 años y centenares de heridos en la península de Calcídica, en el norte de Grecia.
Entre las víctimas fatales se encuentran un ciudadano ruso y su hijo menor de dos años, que fueron aplastados por un árbol en la ciudad de Potidea mientras buscaban guarecerse de las inclemencias del tiempo.
Asimismo, una pareja de nacionalidad checa perdió la vida cuando su casa rodante fue destruida por el fenómeno climático, en el vehículo se encontraban además el hijo y nieto de la pareja, que por suerte lograron salvarse.
Los otros fallecidos son una mujer y un niño de ocho años oriundos de Rumania, que se encontraban en un restaurante de la localidad de Nea Plagia cuando el techo del lugar se derrumbó, sepultando a los presentes.
El temporal que ha afectado el centro, oeste y norte de Grecia ha causado grandes destrozos sobre todo por árboles arrancados de raíz y automóviles
volcados, pero también en edificios, donde salieron volando tejas o cayeron barandillas de terrazas.
El evento fue catalogado como ‘la tormenta del siglo’ por ciudadanos de esta localidad, los cuales se encuentran consternados por el paso de esta tormenta de tan alta intensidad y en una época donde comúnmente se registran temperaturas altas, aptas para vacacionar y veranos muy secos.
Cabe destacar que en los dos últimos días se registraron temperaturas de hasta 37 ºC, propias de esta época.
“Es la primera vez en mis 25 años de carrera que he vivido algo como esto”, expresó Althansios Kaltsas, director del centro de salud de Nea Moudania, donde fueron atendidos muchos de los heridos. Y añadió: “Fue muy abrupto, muy súbito”.
Kaltsas informó de que más de medio centenar de personas, con edades entre los ocho meses y 70 años, tuvieron que ser atendidas por algún tipo de lesión, la mayoría heridas en la cabeza o fracturas diversas a causa del impacto de ramas de árboles u otros objetos que volaron por los aires.
Aunque lo peor de la tormenta duró apenas veinte minutos, los equipos de bomberos han trabajado sin descanso durante toda la noche atendiendo emergencias, el lugar se encuentra bajo estado de emergencia.