En los meses más fríos del año somos más propensos a sentirnos mal y sufrir algún episodio de gripe o resfriado. Pero, cuando nuestro sistema inmunológico se debilita por el estrés crónico, el agotamiento o cualquier otra circunstancia, estamos más expuestos a contraer distintas enfermedades.
Conoce cómo subir las defensas del organismo y fortalecerte para mantener lejos las amenazas a tu salud.
En primer lugar, debemos entender que nuestro sistema inmunológico funciona como una especie de barrera ante infecciones, virus y bacterias. De esta manera, protege nuestro cuerpo de enfermedades y nos mantiene con salud. Por lo tanto, que las defensas del organismo estén altas es sumamente importante para tener una vida plena y sin complicaciones.
Consejos importantes.
- Tener un buen descanso, esto significa dormir 8 horas diarias.
- Hidratarse bien, con dos litros de agua al día.
- Hacer ejercicio.
- Aléjate del estrés.
- Ducharte con agua fría.
- Llevar una dieta saludable.
¿Qué debemos consumir?
Omega 3. Está comprobado que aquellas personas que lo consumen seguido tienen menor riesgo a padecer enfermedades crónicas, convirtiéndose en un elemento fundamental para nuestras defensas. Podés encontrarlo fácilmente en pescados como mariscos, caballa, pescado azul, salmón y atún, entre otros.
Otra opción es ingerir semillas de lino y chía, activándolas previamente. ¿Cómo hacerlo? Es muy sencillo: podés dejarlas en remojo unas 8 horas aproximadamente, en un frasco o recipiente que no sea de plástico.
Vitamina A. Además de ser buenos para la vista, tienen grandes propiedades antioxidantes. Por lo tanto, retrasamos notablemente las enfermedades relacionadas con el paso del tiempo. Algunos de los alimentos a través de los cuales puedes obtener Vitamina A son melón, zanahoria, brócoli, mango, espinaca, tomate, calabaza, espárragos y acelga.
Vitamina C. Los alimentos que concentran Vitamina C son ideales para combatir enfermedades como resfriados y gripes. Al comerlas frenamos las infecciones y generamos el colágeno necesario para que nuestras barreras funcionen a la perfección. Los tan conocidos cítricos como naranja, limón, kiwi y pomelo van a acompañarte en su versión natural o en forma de jugo exprimido.
Vitamina D. La manera más común de obtenerla es a partir del sol, pero existen también otros alimentos que pueden ayudarnos a obtenerla: palta, yema de huevo, queso y manteca.
Vitamina E. Además de ser antioxidante, tiene una función muy especial para nuestro organismo: generar glóbulos rojos. Consumir aceites vegetales (como los de maíz, soja, girasol, trigo), frutos secos (nueces, almendras, avellanas, maní), semillas y hortalizas de hojas verdes (brócoli, espinaca) ayuda a mantener nuestro sistema inmunológico.
Prebióticos y probióticos. Los alimentos fermentados como la leche, los yogures, los espárragos y las bananas permiten recomponer nuestra flora intestinal. Si ésta se encuentra sana, entonces las barreras de nuestro sistema inmunológico funcionan correctamente.
Hierro. Consumir suficiente hierro es esencial para que nuestras defensas estén alerta ante virus y bacterias. Además de encontrarlo en las carnes rojas, este mineral puede obtenerse a partir de frutos secos.
Hierbas y especias. ¿Sabías que muchas hierbas y especias logran subir nuestra temperatura? Esto provoca la estimulación sanguínea, ayudando al metabolismo y el sistema inmune. Incluirlas seguido en jugos, infusiones y limonadas pueden ayudarte a prevenir enfermedades respiratorias. Te recomendamos probar: jengibre, cúrcuma, canela, entre otros.