El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, repudió este jueves la violencia ejercida contra mujeres por grupos que desconocen los resultados de las elecciones generales celebradas el 20 de octubre.
En rueda de prensa, llamó a los dirigentes de oposición Carlos Mesa y Fernando Camacho a detener estas acciones y aceptar la auditoría de los votos como vía institucional y democrática.
“Convocamos a los promotores de esta violencia a que recapaciten, a que vuelvan a la vía constitucional”, dijo.
El vicepresidente boliviano aseguró que las agresiones cometidas este miércoles en Cochabamba contra estas mujeres son muestras del fascismo, una vergüenza para Bolivia, América Latina y el mundo.
“Fueron brutalmente atacadas, golpeadas, azotadas, por una banda de paramilitares en moto, que no respetan a la madre, a la mujer, a los niños y al grito de paz de ellas”, sentenció.
Asimismo, recordó las agresiones a la que fue sometida Patricia Arce, alcaldesa de Vinto, quien fue sometida a humillaciones, golpes y amenazas de muerte, por una turba de 500 personas.
“Miren lo que hacen con la gente, sin ser Gobierno”, aseveró García Linera, quien instó a los dirigentes opositores a presentar pruebas del supuesto fraude electoral y sumarse a la auditoría de votos que lleva a cabo la Organización de Estados Americanos (OEA), con expertos de México, Paraguay y España.
Aseguró que estas agresiones no hubieran ocurrido en Bolivia si el candidato presidencial perdedor (Carlos Mesa) “hubiera aceptado su derrota con dignidad”.
“No le tengan miedo a la verdad, no se escape de la verdad, no esconda su falta de pruebas con la violencia”, añadió.