Salud
diciembre 19, 2019

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Quemaduras, causas, consecuencias y prevención

Descripción general

Las quemaduras involucran los daños en el tejido producidos por el calor, la sobreexposición al sol o a otra radiación, o el contacto con productos químicos o la electricidad. Las quemaduras pueden ser problemas médicos menores o constituir emergencias potencialmente fatales.

El tratamiento de las quemaduras depende del lugar y de la gravedad de la lesión. Las quemaduras solares y las escaldaduras menores generalmente pueden tratarse en casa. Las quemaduras profundas o extendidas requieren atención médica inmediata. Algunas personas necesitan tratamiento en centros especializados en quemaduras y meses de atención médica de seguimiento.

  • Quemadura de primer grado. Esta quemadura leve afecta solo la capa externa de la piel (epidermis). Puede causar enrojecimiento y dolor.
  • Quemadura de segundo grado. Este tipo de quemadura afecta tanto la epidermis como la segunda capa de piel (dermis). Puede causar hinchazón y hacer que la piel se vea roja, blanca o manchada. Es posible que se formen ampollas y el dolor puede ser intenso. Las quemaduras de segundo grado profundas pueden dejar cicatrices.
  • Quemadura de tercer grado. Esta quemadura alcanza la capa de grasa que se encuentra debajo de la piel. Las zonas quemadas pueden quedar de color negro, marrón o blanco. Es posible que la piel tenga una apariencia coriácea. Las quemaduras de tercer grado pueden destruir los nervios, lo que ocasiona entumecimiento.

Causas

Las causas de una quemadura son las siguientes:

  • Fuego
  • Líquido caliente o vapor
  • Metal, vidrio u otros objetos calientes
  • Corrientes eléctricas
  • Radiación, como la proveniente de radiografías
  • Luz solar y otras fuentes de radiación ultravioleta, como una cama solar
  • Sustancias químicas fuertes como ácidos, lejía, solvente de pintura o gasolina
  • Maltrato

Complicaciones

Las complicaciones de las quemaduras profundas o generalizadas pueden ser las siguientes:

  • Una infección bacteriana, que puede ocasionar una infección en el torrente sanguíneo (sepsis)
  • La pérdida de líquidos, que incluye un volumen sanguíneo bajo (hipovolemia)
  • Una temperatura corporal peligrosamente baja (hipotermia)
  • Problemas respiratorios por la entrada de aire caliente o humo
  • Cicatrices o áreas estriadas producidas por un crecimiento excesivo de tejido cicatrizal (queloides)
  • Problemas óseos y articulares, como cuando el tejido cicatrizal provoca acortamiento y tirantez de la piel, los músculos o los tendones (contracturas)

¿Cuándo debes consultar con un médico?

Busca atención médica de emergencia en los siguientes casos:

  • Quemaduras que abarcan las manos, los pies, la cara, la ingle, los glúteos, una articulación principal o un área grande del cuerpo
  • Quemaduras profundas, es decir, quemaduras que afectan todas las capas de la piel o incluso tejidos más profundos
  • Quemaduras que hacen que la piel se vea áspera
  • Quemaduras que tienen un aspecto carbonizado o que tiene parches negros, marrones o blancos
  • Quemaduras provocadas por sustancias químicas o electricidad
  • Dificultad para respirar o quemaduras en las vías respiratorias

Toma medidas de primeros auxilios mientras esperas la asistencia de emergencia.

Llama al médico si presentas alguno de los siguientes síntomas:

  • Signos de infección, como secreciones de la herida, aumento del dolor, enrojecimiento e inflamación
  • Una quemadura o ampolla grande o que no se cura en dos semanas
  • Síntomas nuevos e inexplicables
  • Cicatrices notables

Prevención

Para reducir el riesgo de sufrir quemaduras hogareñas comunes:

  • Nunca dejes de controlar los elementos que estás cocinando.
  • Coloca las manijas de las ollas hacia la parte de atrás de la cocina.
  • Nunca alces o cargues a un niño mientras estés cocinando.
  • Mantén todos los líquidos calientes fuera del alcance de los niños y las mascotas.
  • Mantén los electrodomésticos lejos del agua.
  • Controla la temperatura de los alimentos antes de servírselos a un niño. No calientes el biberón de un niño en el microondas.
  • Nunca uses ropa suelta que podría prenderse fuego mientras cocinas.
  • Si hay un niño presente, impide su acceso a fuentes de calor, como estufas, parrillas para exteriores, chimeneas y calentadores portátiles.
  • Antes de sentar a un niño en un asiento para automóvil, asegúrate de que las tiras o hebillas no estén calientes.
  • Desenchufa las planchas o los dispositivos similares cuando no estén en uso. Guárdalos fuera del alcance de los niños pequeños.
  • Cubre los tomacorrientes que no utilices con tapas de seguridad. Mantén los cordones y cables eléctricos ocultos para que los niños no los muerdan.
  • Si fumas, nunca lo hagas en la cama.
  • Asegúrate de que tener detectores de humo que funcionen correctamente en cada piso de tu casa. Contrólalos y cambia las baterías al menos una vez al año.
  • Ten un extinguidor de incendios en cada piso de tu casa.
  • Cuando uses productos químicos, siempre utiliza gafas o ropa de protección.
  • Mantén las sustancias químicas, los encendedores y los fósforos fuera del alcance de los niños. Utiliza pestillos de seguridad. Además, no utilices encendedores que parezcan juguetes.
  • Para evitar quemaduras, configura la temperatura del termostato del calentador de agua a menos de 120 °F (48.9 °C). Prueba el agua para el baño antes de sumergir a un niño.

También debes estar alerta ante los riesgos de quemaduras fuera del hogar, especialmente si estás en lugares donde hay llamas, sustancias químicas o materiales sobrecalentados.