Jennifer Aniston ha tenido una gran noche en la reciente entrega de los premios SAG, reconocimiento que brinda el gremio de actores. Pero no solo ha brillado por su trabajo, sino por su vestido blanco sin sostén con el que roba el corazón de Brad Pitt y el mundo.
Y es que Jennifer Aniston ha sabido consolidarse como una de las mejores vestidas en todo tipo de eventos. Recordemos que en su personaje de “Rachel Green” en la serie “Friends” marcó diversas tendencias de moda con su cabello y prendas de vestir, hasta se lanzó una línea especial de ropa inspirada en ella.
Jennifer Aniston se ha caracterizado por looks elegantes y sencillos, pues siempre opta por un estilo de maquillaje natural y cabello suelto o recogidos sencillos, lo que siempre le da un lugar entre las más elegantes de la noche. Hoy no fue la excepción y su ex esposo Brad Pitt lo supo, pues a juzgar por la emisión del evento, no podía quitarle los ojos de encima.
Muchos seguidores de la pareja hemos alucinado con su reconciliación pero aunque ellos insisten en que solo son amigos, es evidente que el cariño entre los dos es mutuo y bastante notorio. Sin duda ayuda que Jennifer Aniston haga buenas elecciones de moda,Brad Pitt reconoce lo bella que es.
Jennifer Aniston triunfó en la categoría de “mejor actriz en serie de drama” y Brad Pitt en la categoría de “Mejor Actor de Reparto”, por fin pudimos verlos juntos celebrando los premios que recibieron, pero además Jennifer dio de qué hablar con su hermoso vestido blanco, donde presumió su esbelta figura y hasta su firmeza, pues fue evidente que no usó sostén.
Todo sobre el espectacular vestido blanco de Jennifer Aniston
Jennifer Aniston vistió un hermoso vestido blanco de satín que abrazaba su figura de una forma única y resaltaba todas las curvas de su cuerpo. A sus 50 años, Jennifer sigue tan bella como siempre y ha cuidado bien su belleza, de forma que el paso de los años se nota levemente.
Para muchos el vestido de Jennifer Aniston que presumió sin sostén, fue atrevido, pero en realidad, se trataba de un diseño que la hacía ver como una verdadera diosa y hasta podría emplearse como un vestido de novia para una boda civil o muy íntima. Las joyas fueron de Fred Leighton.
El corte sin mangas, con detalles drapeados en la parte del escote y en la falta fue perfecto para obtener un look elegante, apropiado para su edad y tan llamativo que robó el corazón de personas importantes, sin duda alguna uno de los aciertos más grandes de Jennifer Aniston.