Las pulseras de ojos de buey es un amuleto Nicaragüense muy representativo de esta cultura mítica.
Se trata de una pulsera de hilo rojo con un ojo de buey y uno de vaca, esta pulsera se coloca en la mano izquierda del niño o niña, con el propósito de alejar las malas vibras o los llamados “mal de ojos”.
La historia mítica dice que hasta los 6 meses de edad del bebé requiere del uso de las pulseras de ojos de buey.
Después de los 6 meses el niño ya tiene la capacidad de afrentar los males.
Protección Ancestral
Según las creencias nicaragüenses esta pulsera protege al recién nacido específicamente de:
Calor o mal de ojos: esto se refiere a que si una persona se ha expuesto al sol, anda en estado de ebriedad o resaca, por razones físicas su presión arterial sube, provocando mitológicamente una vista cargada, la cual al ver al bebé, lo afecta provocándole dolor de cabeza y angustias generales como diarrea y un estado parecido a la insolación.
Una de las tradiciones para poner una pulsera a un bebé es que alguien de la familia se la regale
La pulsera adquiere más poder porque es regalada con el corazón y de buena fe.
Por otro lado el color rojo en la pulsera significa advertencia de peligro, este color aleja todo mal y da fuerza al bebé.
Según el mito, se puede comprobar la efectividad de la pulsera cuando se rompe o los ojos del buey y la vaca se cascan o agrietan.
Esto es significado que la pulsera atrajo toda la mala vibra que era destinada para el bebé.
Si la pulsera del bebé se daña antes de los 6 meses que requiere protección, se puede optar por adquirir otra sin ningún problema.
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Por Mayerling Reyes
Redactora web y SEO, Canal 6.