El modelo que se está aplicando en Nicaragua para enfrentar la pandemia de COVID19 es el de la búsqueda permanente y el sostenimiento de lo que correctamente fue definido por el Comandante Daniel Ortega como el punto de equilibrio, que a nuestro juicio consiste en la combinación entre el mayor distanciamiento social posible sin el método del confinamiento o cuarentena y la preservación al máximo nivel posible, de la actividad económica en el país y el funcionamiento de éste, cuya parálisis tendría en nuestro caso, peores consecuencias que la pandemia misma. El distanciamiento social no es, obviamente, la única medida a tomar contra la pandemia, pero es la que sirve de referencia para el concepto del equilibrio, dado que su intensificación va en detrimento del otro componente, que es la preservación de la actividad económica, a su vez opuesta a lo primero.
Las medidas para combatir la pandemia, siempre lo hemos dicho, se deben corresponder con el nivel de intensidad de ésta, que se encuentra en este momento en su punto más alto desde que comenzó. Esto implica que el distanciamiento social debe llevarse también a su máximo grado posible, sin llegar al extremo de que se paralice la actividad económica. Aplicar esta idea implica tomar en cuenta que hay una gran diferencia en el comportamiento del COVID19 según grupos de edad y condición de salud previa, presentándose de forma leve en los jóvenes, que en muchos casos son asintomáticos, sobre todo en el caso de los niños, mientras en las personas mayores y en quienes tienen padecimientos crónicos o tienen condiciones físicas no saludables, como obesidad, la enfermedad se presenta en su variante más agresiva y peligrosa, que puede ser mortal.
Lo dicho significa que las personas en condición de riesgo (adultos mayores y personas con enfermedades crónicas o condiciones físicas que las hacen vulnerables) deben autoimponerse el mayor nivel posible de confinamiento; y decimos el mayor nivel posible, porque muchos no podrán autoconfinarse de manera absoluta por razones de sobrevivencia económica de ellos y sus familias, ya sea porque trabajan por cuenta propia o porque desempeñan funciones laborales necesarias para el funcionamiento del país en el caso del Estado, o simplemente porque la empresa donde trabajan mantiene su actividad, en el caso del sector privado. Como sea, estas personas con características que las hacen estar más expuestas que el resto a un mayor peligro frente a la pandemia, deben extremar las medidas de precaución de todos conocidas, como lavarse frecuentemente de manos; aplicar y cumplir los protocolos de limpieza en el hogar y el centro de trabajo; mantener siempre alcohol gel y alcohol líquido al alcance si les es posible; evitar la cercanía física al hablar con otras personas, así como el contacto físico con ellas; protegerse nariz y boca, para lo cual hay algunos accesorios que sólo protegen a los demás de uno mismo (lo cual es muy importante, como ya veremos), pero hay otros que también protegen a quien los usa, aunque se asume que en general, cualquier protección disminuye el riesgo de contagio propio y de los demás, esto con la debida advertencia de que el uso indebido de estos accesorios y más aún en el caso del uso de guantes, puede ser más peligroso que no usarlos. Otras medidas de precaución importantes son: evitar consumir alimentos fuera de la casa, y en caso de ser inevitable, consumir sólo comida caliente, así como desinfectar constantemente los celulares y tener extremo cuidado en el uso de micrófonos, en el caso de las actividades públicas.
En cuanto a los jóvenes y población sana, todas estas medidas de precaución también deben extremarse casi en su totalidad, ya diremos por qué, con la sola excepción del autoconfinamiento, que sin embargo debe ser aplicado para quienes presentan los síntomas de COVID19 por leves que sean, y de igual manera sus contactos, tal como ha estado aplicándolo el MINSA desde los primeros momentos, sólo que ahora con el aumento de casos, el cumplimiento de esto depende más del grado de responsabilidad de cada quien. En este segmento poblacional es especialmente importante la toma de conciencia sobre la necesidad de extremar las medidas de precaución, debido a que en estas personas los síntomas suelen ser muy leves, al punto que no les impiden físicamente movilizarse y realizar todo tipo de actividades, ya no digamos si son asintomáticos, pues en tal circunstancia ni siquiera saben que son portadoras del virus, pero al igual que quienes tienen síntomas y sus contactos, pueden andar esparciendo el virus y contaminando a las personas en situación de riesgo. Los jóvenes y personas saludables no deben olvidar que no se trata sólo de no contagiar a otros, pues no contagiarse uno mismo es la manera más segura de no contagiar a los demás.
Así como es un deber ineludible de la militancia sandinista, y una gran necesidad para enfrentar como es debido la pandemia, cumplir todas las tareas orientadas, tales como los recorridos de casa en casa para el levantamiento del mapa de salud y la detección de personas con posibles síntomas de COVID19, y así como lo es también la participación en los actos de diferente tipo, o en la entrega de paquetes alimenticios, que no puede detenerse y menos ahora, de igual manera es un deber sagrado, de primer orden para todo militante sandinista, cumplir estrictamente todas las medidas de precaución y hacer conciencia al respecto, pues esa es la forma de combatir en esta guerra contra un enemigo invisible, el Coronavirus, y que por supuesto también es contra un enemigo visible, la derecha golpista, que ha hecho y seguirá haciendo hasta lo imposible por dividir al pueblo y perturbar criminalmente los grandes esfuerzos de nuestro gobierno y de nuestros heroicos médicos, enfermeras y personal de salud en general. Decidir autoconfinarse o quedarse en la casa en las circunstancias aquí explicadas, o sea, cuando la situación personal de cada quien así lo exige y lo permite, para autoprotegernos y proteger a los demás, no es estar haciendo caso a la derecha, de ninguna manera; todo lo contrario: eso es lo que la derecha quiere que creamos los sandinistas, pero en realidad es al revés. Estaremos actuando al servicio de la derecha golpista en tanto no tomemos las medidas frente a la pandemia y en tanto no hagamos conciencia al respecto. Nuestra conciencia revolucionaria, nuestra combatividad y militancia sandinista, nuestro compromiso como patriotas, nuestra actitud como buenos nicaragüenses y como buenos seres humanos, como debemos serlo los revolucionarios, en estos momentos está en cumplir las medidas de precaución para frenar el esparcimiento del virus, que es el mejor aliado de la derecha golpista y criminal. De nuestro comportamiento y esfuerzos depende la vida de muchos seres humanos, incluyendo compañeros militantes. Los jóvenes sandinistas deben ser ejemplo en esto, y el sandinismo histórico debe asumir la necesidad de cuidarse al máximo posible como su principal tarea en este momento. La Patria y la Revolución los necesitan vivos. Sus hermanos de lucha y sus familias los necesitamos vivos. La historia los necesita vivos.
Finalmente, una observación. Las cuarentenas obligatorias, que ciertamente son necesarias en determinadas circunstancias (no en las nuestras), traen a debate el siempre curioso tema de que a veces los seres humanos necesitamos que se nos obligue a hacer las cosas que nos convienen. Pero bien, en el caso nuestro está a la vista que el modelo por el que hemos optado es el más adecuado a nuestra realidad, y también es notorio que ha sido asumido como tal por la mayoría de los nicaragüenses, ya que si bien es cierto ha disminuido la movilización y la actividad económica, eso es parte del necesario cuido al que nos hemos estado refiriendo, pero el equilibrio del que hablamos está en que también es notorio el mantenimiento en gran medida, no sólo de la actividad económica productiva, comercial y de servicios, que es de primera necesidad, sino incluso de las actividades recreativas nocturnas, lo que a pesar de contribuir también a mantener activa la economía, no deja de ser inquietante, dado que en gran parte de ese tipo de actividades es donde más descuido suele haber con respecto a las medidas que se deben tomar, y esperamos que esto no se interprete como un llamado al autoconfinamiento nocturno, sino como un llamado a no bajar la guardia en ningún momento, compañeras y compañeros.