La Avenida de Bolívar a Chávez se ha convertido en un paseo de lujo para todas las familias del país; y un símbolo del compromiso del Gobierno del Presidente Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, para con el pueblo nicaragüense.
Noviembre y diciembre son meses de celebración, alegría, colorido y unidad familiar. Para esta época; la Avenida de Bolívar a Chávez abre sus puertas con gigantescos altares que hacen honor a la Virgen Concepción de María y al nacimiento del niño Dios.
Así mismo al entrar a esta zona de la capital de Nicaragua; nos trasladamos a un ambiente navideño con las luces, las hermosas guirnaldas, los ángeles y regalos; entre otros adornos, que le dan colorido a la emblemática avenida; concurrida por los nicaragüenses y visitantes extranjeros, para vivir un tiempo de reflexión, unidad y paz.
Además la Avenida de Bolívar a Chávez, es un largo recorrido de espacios de esparcimiento para las familias que visitan el lugar; desde el monumento dedicado al Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, a quien los nicaragüenses recuerdan con mucho amor, pasando por el Paseo con los Árboles de la Vida; donde miles de niños nos regalan sus mejores expresiones de alegría y viven las aventuras más espectaculares.
El sentimiento de gratitud se puede ver en muchos rostros, recreándose sanamente de las bellezas naturales, donde la amistad, familiaridad y profundos sentimientos patrios se combinan con sus más arraigados sentimientos religiosos.
Quien recuerda las navidades en Nicaragua hace apenas una década, puede apreciar el gran salto hacia adelante; hacia el bienestar común, hacia una Patria para todos, con beneficios para todos los nacionales.