La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.
Diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional.
Cada una con características y manejo específicos, ya que se presenta en diferentes momentos de la vida.
La más común es la diabetes tipo 2, generalmente en adultos, que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina. La diabetes gestacional se presenta en las mujeres en etapa de embarazo y representa algunos riesgos al momento del parto.
Por su parte la diabetes tipo 1, una vez conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, es una afección crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo.
Le interesaría leer: Ministerio de Salud ha aplicado 64,170 dosis contra el VPH
La falta o poca producción de insulina es debido a una destrucción de las células beta del páncreas de los Islotes Langerhans donde se produce y como consecuencia de un largo proceso inmunológico que provoca el desarrollo de anticuerpos, lo que conduce a una deficiencia en la producción de insulina (insulinopenia).
Cuando esto sucede, el cuerpo no puede metabolizar el azúcar de forma adecuada lo que conlleva a que se almacene en la corriente sanguínea; estos azúcares (llamados también glucosa) no pueden ser usados por el cuerpo y se expulsan por la orina y con esta se lleva agua.
Este tipo de diabetes, puede iniciarse a cualquier edad, pero se presentan periodos máximos cerca de los 5 a 6 años y nuevamente de los 11 a los 13 años de edad.
Señales de alarma
La primera señal es por lo general un aumento en la frecuencia de la micción (orinar), incluyendo reincidencia de la enuresis nocturna (mojar la cama) en niños que ya saben ir al baño por sí solos.
También se presentan otros síntomas como, por ejemplo, tener mucha sed y sentirse muy cansado, bajar de peso y un aumento de apetito.
Es importante identificar estos síntomas pronto debido a que los niños que se les diagnostica diabetes después pueden enfermarse debido al contenido alto de azúcar en la sangre y por deshidratación, necesitando líquidos e insulina por vía intravenosa.
En Nicaragua la diabetes tipo 1 representa hasta el 90% de tipo de diabetes que afecta a este grupo de edad. Y a los pacientes con diabetes del tipo 1 se les garantiza el acceso a un tratamiento asequible, incluida la insulina, que es fundamental para la supervivencia de los pacientes.
La Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua informó el 20 de enero de este año que la cobertura de atención a los niños con diabetes se extendía hasta los 18 años. Esta cobertura se garantiza por medio del Programa del Minsa, en el Hospital La Mascota para atender la diabetes juvenil e infantil, “ahora este programa se extiende a los 18 años y a partir de los 19 pasan a ser atendidos como parte ya de los programas para adultos con enfermedades crónicas”, recalcó.