El Gobierno de México ha tomado una firme decisión para combatir la obesidad infantil al impedir la venta de alimentos ultra procesados y de bajo valor nutricional en las escuelas.
Esta medida, enmarcada en la estrategia Vida Saludable, busca fomentar el consumo de agua natural y mejorar la nutrición de los estudiantes, según lo informó hoy una autoridad durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El secretario de Educación Pública, Mario Delgado, presentó diversas acciones complementarias, como la capacitación de los responsables de las cooperativas escolares y el desarrollo de una estrategia de comunicación dirigida a maestros, padres, directores, niños y adolescentes.
Estas acciones se fundamentan en un acuerdo publicado el 30 de Septiembre por los entonces secretarios de Educación y Salud, que establece lineamientos claros para la preparación, distribución y venta de alimentos y bebidas en el ámbito escolar.
Delgado respaldó estas medidas con datos alarmantes de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, que revelan que 5.7 millones de estudiantes de entre cinco y 11 años sufren de obesidad o sobrepeso, y que la cifra asciende a 10.4 millones en el grupo de 12 a 19 años.
Este preocupante panorama, relacionado con el alto consumo de azúcares provenientes principalmente de refrescos y productos ultra procesados, ha llevado al gobierno a actuar. El secretario enfatizó que el modelo neoliberal ha mercantilizado derechos esenciales como la educación, la salud y la alimentación, y que transformar las escuelas en espacios de promoción de una vida saludable es fundamental para garantizar el derecho a una alimentación nutritiva y de calidad.
