Con la música de los violines de talalate y el arte impregnado de sentimiento nacional, José Adán Hernández, fue homenajeado por centenares de familiares, amigos y autoridades locales en Achuapa este miércoles.
Violinista nato, músico, cantautor, y con gran legado de cultura a su espalda, el creador de la popular polka “El Grito del Bolo”, fue recordado y distinguido por su larga trayectoria y aportes a la música nicaragüense.
El compañero Ramón Rodríguez, codirector del Instituto de las Culturas de Pueblos y Juventudes, entregó el abrazo del Comandante Daniel Ortega Saavedra y la Compañera Rosario Murillo.
Además resaltó el sentir que despierta la música “sencilla, bonita, chapiolla como decimos nosotros”, como la de Hernández, que es algo conmovedor y motivador, principalmente por el respaldo que entrega siempre el Gobierno sandinista.
“Gracias a nuestro Buen Gobierno tenemos casas de culturas, tenemos orquestas, tenemos coros. Y eso es parte de ese compromiso nuestro en el arte y la cultura”, mencionó.
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“Aquí estamos dándole el adiós a don José Adán con la convicción y también con el compromiso que su música debe seguir escuchándose en nuestras escuelas de arte, en nuestros coros, en nuestras instituciones, porque sino lo hacemos nosotros los nicaragüenses, nadie va a venir de afuera, nadie. Y todos sabemos cómo hemos venido trabajando en nuestra cultura tradicional, la gastronomía, nuestras tradiciones populares, nuestra cultura popular porque al fin eso es lo nuestro. Nunca habíamos vivido una historia donde un Buen Gobierno nos da herramientas para que sigamos aprendiendo sobre el arte, sobre la cultura, sobre nuestra música, nuestra pintura, nuestras danzas”, dijo.
Un orgullo del país
Los homenajes iniciaron con una vela de cuerpo presente en su vivienda seguido de una guardia de honor y concierto en la casa de cultura de Achuapa.
A sus 106 años, este humilde hombre dejó un impacto imborrable en la cultura del país, consolidándose como una figura querida y admirada por la comunidad y la nación entera.
Nelly Amanda Moreno, bisnieta del artista, expresó el sentir de toda la familia. “El pueblo de Nicaragua hoy está de luto. Mi abuelo fue un hombre humilde, campesino, pero un orgullo de nuestra comunidad y del país entero. Siempre vivirá en nuestros corazones y su música seguirá sonando en cada rincón de Nicaragua”, afirmó.
Don Adán no solo dejó un extenso catálogo musical, sino también un ejemplo de dedicación y amor por su tierra. Según Moreno, las composiciones del artista amenizaron desde bodas y piñatas hasta celebraciones religiosas en su comunidad natal de San Nicolás. “Él siempre estaba presente en las festividades; su música era el alma de los eventos y un reflejo de la vida cotidiana del pueblo nicaragüense,” relató.
Según Nelly Gámez González, su nieta, a lo largo de su vida, Don Adán recibió el apoyo de su familia y su comunidad, quienes lo acompañaron en su trayectoria artística.
Desde temprana edad, sus hijos y yernos formaron parte de sus presentaciones, consolidando un legado musical que ha unido a las generaciones de la familia Hernández.
La nieta también destacó el reconocimiento que el artista recibió en vida, gracias al respaldo del gobierno y las comunidades locales. “Agradecemos profundamente a las instituciones y a todos los que valoraron su talento y dedicación. Mi abuelo fue un hombre sencillo, pero su música lo llevó más allá de las fronteras de San Nicolás, convirtiéndose en un símbolo nacional,” agregó.
La partida de Don Adán deja una herencia cultural que perdurará a través del tiempo. “Mi abuelo se queda con nosotros, en nuestra música, nuestras tradiciones y nuestros corazones.”, añadió Gámez.
Orden Cultural Doctor Edgardo Buitrago Buitrago
El homenaje en Achuapa culminó con un sentido agradecimiento de la familia a todos los que acompañaron a Don Adán en vida y lo recuerdan tras su partida. Su legado musical y humano permanece como un faro de identidad y orgullo para Nicaragua.
Hernández también fue reconocido póstumamente con Orden Cultural Doctor Edgardo Buitrago Buitrago de parte de la Alcaldía de León, un acuerdo de pésame de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León) y de la Universidad Nacional Comandante Padre Gaspar García Laviana.
