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marzo 21, 2025

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Cruzada Nacional de Alfabetización una de las primeras tareas de la Revolución

Para el brigadista y profesor activo Rolando Rivera García, quien participó en la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA) en 1980, considera que esta fue una de las primeras y trascendentales tareas de la Revolución Popular Sandinista.

“Nos capacitaron por dos meses y después nos dieron la tarea que teníamos que ir a alfabetizar“, dijo Rivera, quien mencionó que le tocó alfabetizar en el municipio de El Cuá, en el departamento de Jinotega. “La brigada de nosotros era la Carlos Fonseca Amador, y estuvimos seis meses, del 23 de marzo al 23 de agosto en la zona“, agregó.

Haber participado en la CNA, para Rivera, es una experiencia que le trae muchos recuerdos, “es impresionante, porque íbamos donde los compañeros campesinos y aprendimos a convivir con ellos, aprendimos a trabajar, ordeñar, rajar leña, guiar a los bueyes y compartir todas las tareas diarias, que ellos hacían”.

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Al brigadista Rivera le tocó alfabetizar a un grupo de 12 no letrados, de esos, ocho aprendieron a leer y escribir muy bien, “cuatro tuvieron dificultades, porque eran mayores de edad, tenían 70, 75 años, con problemas de visión y adaptabilidad a la educación”.

Rivera siente orgullo de que a nivel de América Latina dos países, Cuba y Nicaragua, siempre han estado a la vanguardia de la alfabetización y han sido países modelos en este programa.

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La conciencia revolucionaria fue fundamental

El brigadista Rivera considera que para que la CNA fuese un éxito desde su inicio en 1980, es porque había una conciencia revolucionaria en todos los actores, desde el Gobierno del Frente Sandinista, la población y, por supuesto, los brigadistas.

“Yo soy de una familia, donde todos son revolucionarios: Mi papá, mi mamá, tíos, abuelos; entonces, eso como que germinó en uno, cuando iba creciendo. Y después nos toca la tarea de ir a alfabetizar y aportar, para que nuestros compañeros campesinos (aprendieran a leer y escribir)”, destacó.

Rivera expresó que hasta hoy en día, siente una gran satisfacción de enseñarles a leer y escribir a los campesinos, “nosotros compartimos con ellos, el pan del saber, de la enseñanza; y ellos compartieron las labores cotidianas con nosotros”.

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El haber participado como brigadista en la CNA, para Rivera es haber sido solidario, compartir con amor, compañerismo en este programa de la enseñanza.

“Después de 45 años, hoy se mira el producto del sacrificio, esfuerzo y de la entrega de aquella generación de los 80, y que hoy muchas de las personas a las que alfabetizamos son médicos, abogados, licenciados en Ciencias de la Educación, en cualquier rama de las ciencias“, valoró.

En la CNA, en 1980, se logró la meta, “logramos la reducción hasta el 12% del analfabetismo; una cifra extraordinaria, en términos de seis meses, es algo encomiable”, reconoció Rivera, quien elogió que ese logro, solo lo pudo hacer la Revolución Popular Sandinista, tras el triunfo en 1979.

“El privilegio es para nosotros; a parte que somos militantes del Frente Sandinista, nos queda la satisfacción de haber construido las bases para la educación que hoy disfrutamos en este país; una educación gratuita en todos los niveles, una educación con motivación para la Educación Inicial, al final para el bachillerato de la Secundaria Regular; las universidades que hoy abrieron las puertas; el que no estudia en nuestro país, es porque realmente no quiere”, expresó.

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La CNA marcó al brigadista y profesor Rolando Rivera

Un poco emocionado y con la voz quebrada, el brigadista y profesor activo Rolando Rivera, manifestó que haber participado en la CNA, lo marcó mucho: el haber compartido con muchos alfabetizadores que ya pasaron a otro plano de vida; el haber enseñado el “pan de la enseñanza“, entre otras muchas experiencias.

“Sí me marcó, porque nosotros hablamos de un antes y un después de la cruzada; un antes, íbamos con una gran expectativa ¿Qué va a pasar? ¿Qué va a suceder?”, comentó Rivera, quien dijo que el después, fue la gran satisfacción de haber cumplido una meta.

“Nosotros logramos el propósito, sí hubo dificultades, pero al final valió la pena”, reconoció el profesor Rivera, quien expresó con optimismo, “lo importante para nosotros fue salir y lograr la meta. Yo he regresado a ese lugar y miro a las personas que alfabeticé, muchos de ellos alcanzaron carreras técnicas, profesionales”.

Rivera también siente nostalgia y tristeza, por muchos compañeros que dieron su vida en la CNA, pero ese sacrificio no fue en vano, porque hoy se están viendo los frutos que se cosecharon.

“Toda gota de sangre o sacrificio que haya sido por una causa justa, noble, en pro del beneficio de los compañeros campesinos y de la sociedad misma, vale la pena, aunque el costo haya sido caro, pagando con la misma vida”, reflexionó Rivera, brigadista de la CNA y profesor activo.

Rivera aseguró que la CNA fue el “boom” y el punto de partida, de todo con lo que hoy cuenta Nicaragua como Educación y Salud gratuita, prosperidad, paz y tranquilidad, por supuesto, con el liderazgo de los Copresidentes Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo.