Más de 900.000 personas están en situación de inseguridad alimentaria por la sequía que afecta a gran parte de Honduras, especialmente el llamado Corredor Seco, una cifra que puede aumentar hasta más de un millón durante los próximos meses.
Un estudio elaborado en 2019 por la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Honduras (UTSAN), al que tuvo acceso Efe, revela que “1 de cada 5 hogares en el Corredor Seco ha experimentado hambre”.
La sequía que afecta al país es la más severa de los últimos años y ha destruido, principalmente en el Corredor Seco, que comunica parte de la región suroccidental con el centro del país, cultivos de subsistencia de granos básicos como maíz y fríjoles.
Como resultado de la falta de lluvia, unida a la pobreza, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria en el Corredor Seco supera “los 900.000”, dijo a Efe el gerente del programa técnico Cambio Climático de la organización Visión Mundial en Honduras, Juan Antonio Barrios, citando el informe de la UTSAN.
Señaló que la falta de alimentos afecta más a los niños y adultos mayores en Honduras, donde el 23 % de los menores de 5 años padecen de desnutrición crónica, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El peor escenario
Alertó que si no se actúa a tiempo, el peor de los escenarios puede dejar a “más de un millón” de personas en crisis de seguridad alimentaria.
La crisis climática está afectando “muy severamente” a Honduras, país que está viviendo “un nuevo (periodo) normal” porque la prolongada sequía y el calor excesivo, son manifestaciones recurrentes derivadas del fenómeno, añadió.
El profesional señaló que en el país la quema de terrenos es una práctica común que permite preparar la tierra para las siembras, pero afecta el medioambiente.
Esa práctica, añadió, causa incendios forestales, los cuales afectan las áreas recolectoras de agua y reduce la cantidad del vital líquido almacenado.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, declaró en septiembre de 2019 “emergencia” debido a la severa sequía que afecta al país, donde este año se prevé que la situación sea “similar”, enfatizó Barrios.
Combatir y adaptarse al calentamiento global
La población debe aprender a cuidar los recursos naturales, ya que en la medida de que se logré preservar el bosque, se puede capturar “mayor cantidad de agua”, agregó Barrios.
La variabilidad climática y las altas temperaturas causan una “alta tasa de transpiración”, lo cual podría generar una “crisis mayor” a la de los últimos años, explicó.
La ciudadanía también debe adaptarse y mitigar los efectos de la crisis climática, un fenómeno que “existe” y “afecta” a todo el mundo, señaló.
En su opinión, Honduras es considerado uno de los países más vulnerables a los embates de la naturaleza, por lo que se debe “actuar inteligentemente” y ser “más creativo”.
Poca producción
Muchas familias vieron el año pasado en la ruina sus cultivos de subsistencia y las pocas precipitaciones que se esperan para este año, según expertos, tampoco serán suficiente como para asegurarles una buena producción de alimentos.
La sequía causó “grandes pérdidas” en el Corredor Seco, donde el 40 % de los hogares perdieron más de la mitad o casi toda la cosecha de maíz para el ciclo de primera, según el estudio de la Utsan.
Más de la mitad de los hogares del Corredor Seco “ya no tiene reservas” y cerca de un tercio solo tiene granos básicos para “un periodo de 1 a 3 meses”, según el documento.