Berlín. La Iglesia católica en Alemania se expresará este martes sobre los abusos sexuales que varios de sus miembros perpetraron contra miles de niños durante décadas, un nuevo escándalo para el clero tras los que estallaron en países como Chile o Estados Unidos.
Reunida hasta el viernes en Fulda, la Conferencia Episcopal Alemana presentará un informe encargado hace cuatro años por la Iglesia y que identifica a más de 3.600 víctimas entre 1946 y 2014.
“No es sencillo” hablar de abusos sexuales en la Iglesia, pero no hay “que amilanarse ante el desafío”, declaró hace poco el presidente de la Conferencia Episcopal, Reinhard Marz, durante una misa, después de que los principales pasajes del informe fueran publicados por la prensa.
“Dios sufre por lo que no hemos visto, lo que hemos ignorado, lo que no hemos querido creer”, dijo, calificando lo ocurrido de “vergüenza” para la Iglesia, que necesita “un nuevo comienzo”.
Se abrirán una línea telefónica de apoyo para las víctimas y una página web sobre esos abusos durante la conferencia, según un portavoz.
La ministra alemana de Justicia reclamó un profundo “cambio de cultura” en el seno de la Iglesia. Esta debe asegurarse de que los culpables sean castigados, “denunciando” los abusos “para que las fiscalías puedan tratar cada caso”, exigió Katarina Barley en una entrevista para el semanario Der Spiegel.
– “Punta del iceberg” –
El informe de 356 páginas es un “documento irrefutable sobre delitos clericales”, resume Der Spiegel, que tuvo acceso al estudio. En él se contabilizan al menos 3.677 víctimas, en su mayoría niños menores de 13 años, que fueron víctimas de unos 1.670 miembros del clero.
Esos datos “indignantes” son solo “probablemente la punta del iceberg”, declaró la ministra Barley, ya que los miembros de las universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen que llevaron a cabo la investigación no tuvieron un acceso directo a los archivos de las 27 diócesis alemanas.
Para su informe solamente pudieron examinar los 38.000 expedientes y manuscritos seleccionados y transmitidos por la
Iglesia.
Según los autores del estudio, la Iglesia también “destruyó o manipuló” durante décadas numerosos documentos relacionados con sospechosos y “minimizó” a propósito la gravedad de los hechos.
“Pedimos a la Iglesia que se encargue por fin del problema”, dijo a la AFP Jörg Schuh, portavoz del centro de acogida de víctimas de abusos sexuales Tauwetter.
“No me sorprende este estudio. Está bien que al fin se logren publicar datos y entender el alcance del problema. Esto permite también comprobar cuántos curas son culpables: el estudio habla de entre el 4 y el 5% del clero alemán”, añadió.
– Escándalos en todas partes –
Apenas un tercio de los sospechosos fueron juzgados en virtud del derecho canónico, pero recibieron sanciones mínimas o incluso ningún castigo. A menudo se les trasladaba a otra diócesis sin que los fieles fueran informados del posible peligro para los niños.
Peor aún, según los autores del informe, nada permite pensar que estos hechos “pertenezcan al pasado”.
Australia, Chile, Estados Unidos, Alemania… En los últimos tiempos, las acusaciones detalladas de violaciones, abusos sexualesy agresiones perpetrados por miembros de la Iglesia católica se han multiplicado.
El papa Francisco, que ha recibido críticas por su gestión de los escándalos, convocó recientemente a todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo a una reunión en el Vaticano en febrero de 2019 para abordar el tema de “la protección de los menores”.
Alemania ya fue escenario de varios escándalos relacionados con la Iglesia. Uno de los más sonados salió a la luz en julio de 2017, con la publicación de un informe sobre las agresiones físicas y los abusos sexuales sufridos por al menos 547 niños del famoso coro católico de Ratisbona entre 1945 y 1992.
Se acusó entonces al hermano del papa emérito Benedicto XVI de hacer la vista gorda sobre lo ocurrido. Pero el obispo Georg Ratzinger, que dirigió entre 1964 y 1994 este coro milenario de niños cantores, aseguró que no estaba al corriente de los abusos sexuales.
Fuente: AFP