Moisés Absalón Pastora
Moisés Absalón Pastora dio la bienvenida a su programa con una contundente intervención sobre el falso diálogo llevado a cabo en Mayo de 2018, puntualizando que actualmente las conversación se están llevando a cabo con quien se debe, y no con obispos parcializados ni politiqueros que no representan a nadie.
“No por madrugar amanece más temprano, porque todos los procesos trascendentales en la vida tienen una razón, todo tiene su tiempo y su momento, y en política las cosas no pueden ser ni antes ni después, sino cuando tienen que ser.
Los procesos que conducen a grandes soluciones se andan paso a paso y todos los días en ese andar se construyen condiciones para que llegado el momento las piezas calcen en el espacio que corresponden.
Pero además de las condiciones sobre las cuales uno va trabajando, permitan saber cómo sacar del esfuerzo el mayor rendimiento posible y eso se llama estrategia.
Expuse todo lo anterior porque hoy más que nunca debemos estar claros que Nicaragua, a partir del 18 de Abril esta en programación de quirófano, bajo exámenes de cualquier naturaleza para que el médico que manipule el bisturí y demás instrumentos, no le tiemble el pulso, conscientes de que la enfermera es la madre de más de seis millones de nicaragüenses, implorando a Dios por la vida de quien es la autora de nuestros días y que se infartó porque sus vecinos ajenos a la intimidad de su hogar echaron a pelear entre sí a todos sus hijos.
Con mucha alegría los nicaragüenses recibimos con esperanza plena dos notas de prensa del gobierno de Nicaragua, que nos anuncian conversaciones por el mejoramiento de nuestros sistema electoral y por otro con representantes de la empresa privada y el Arzobispo de Managua Leopoldo Brenes.
En Mayo pasado quien llamó al diálogo fue el Presidente Daniel Ortega, en las manos de la Conferencia Episcopal dieron al evento un formato indescifrable donde desde el primer día lo enterraron.
Aquello fue burdo, nunca tuvo por fin llegar al más mínimo acuerdo, gentes que no se representaban ni a sí mismos, querían poner como el malo de la película al gobierno, y que de la noche a la mañana, todo se convirtió en una “dictadura”.
En ese falso diálogo, los “mediadores y testigos” estaban reunidos para coordinar el papel de cada uno de ellos. Silvio Báez y Rolando Álvarez, que bajo la asesoría de Juan Abelardo Mata, dirigían las operaciones. Los “mediadores y testigos” nunca fueron un tercer factor, sino parte de la misma mesa donde estaban los terroristas, en ese circo no había tres partes, siempre hubo dos.
Rolando Álvarez imponía lo que, según los animales del circo, debía tratarse, pero a la delegación del gobierno que era la que ofrecía soluciones, nunca se le consultaba nada.
Trabajo con mucha paciencia todas esas vivencias para llevarlas a un libro para hablar sobre mi verdad. Ahora volvemos a escuchar de conversaciones, sin presiones externas, ahora ya no hay pistolas en la cabeza de nadie, ahora ya no hay terrorismo en las calles violando el derecho de los demás, ya no habrán intermediarios que no se representan ni a sí mismos, quien nunca tuvo capacidad de decidir nada.”
Luego de dirigirse al pueblo nicaragüense con esta intervención editorial, cerró el segmento diciendo “Que Dios bendiga a Nicaragua”, para continuar con el tema de día.
