El gobierno sandinista defendió sus acciones diciendo que la figura de la oposición pidió “intervención militarmente” para derrocar al gobierno.
El Gobierno sandinista de Nicaragua ha justificado la detención del aspirante a candidato presidencial Miguel Mora el lunes por la mañana, diciendo que la figura de la oposición estaba presionando por una “intervención militar” en el país.
El arresto de Mora que anteriormente había llamado para que fuera asesinado el Presidente Daniel Ortega ha sido informado ampliamente en los medios occidentales como ejemplo de un intento de frenar la democracia.
Pero, Mora es responsable de incitar a la muerte de cientos de partidarios sandinistas durante un violento intento de golpe de Estado respaldado por Estados Unidos en 2018, en el que bandas armadas establecieron bloqueos en las carreteras del país en un intento por estrangular la economía nicaragüense.
Detenido el candidato presidencial Miguel
Un año después, los nicaragüenses se enojaron después que el Comité para la Protección de los Periodistas con sede en Washington presentó el “Premio libertad” al director del medio 100% Noticias.
Pero lejos de ser el valiente periodista de oposición que lucha contra una dictadura, el señor Mora realizó llamamientos para un ataque contra la emisora sandinista Nueva Radio Ya, cuyo edificio fue incendiado en mayo de 2018, con 20 periodistas encerrados adentro, mientras los partidarios de la oposición disparaban contra la policía y los rescatistas, obstaculizando la operación de rescate y poniendo en peligro vidas. El mes siguiente, los partidarios de Mora quemaron el edificio de Radio Nicaragua en otro peligroso atentado a periodistas.
Encarcelado por sus acciones, fue liberado como parte de un acuerdo de amnistía en 2018 cuando el gobierno buscaba restaurar la paz y estabilidad en Nicaragua.
Mora anunció inmediatamente su intención de oponerse al Presidente Ortega en las elecciones presidenciales de este año; pero no había formalmente anunciado su candidatura antes de su arresto.
Nicaragua está en el centro de atención antes de la votación de noviembre; con la influencia de Estados Unidos en la región decayendo después de las elecciones de gobiernos de izquierda en Perú y Bolivia.
Estados Unidos no ha logrado desalojar al presidente venezolano Nicolás Maduro y es ampliamente esperado que el líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio “Lula” da Silva, derrotará al presidente brasileño de extrema derecha Jair Bolsonaro en las elecciones del próximo año.
