Agradecida con Dios, por darle la vida y la salud, cumple todos los viernes santos una tradición religiosa con fe, la cual consiste en la elaboración y preparación de chicha de jengibre, y arroz aguado con Gaspar.
La bebida es repartida entre los devotos de Jesús Nazareno, que su imagen en procesión recorre diversas calles de Masaya y llega a su Parroquia el Calvario a las una de la tarde de cada viernes santos, “la abuela de mi abuelita, inició ésta tradición religiosa familiar, la asumió mi madre que en paz descanse y ahora en desde hace más de veinte años continúe con esta herencia familiar”, explica Amparo Paniagua, quien organiza y dirige el cumplimiento de la promesa.
El arroz aguado con Gaspar es repartido entre familiares que colaboran con los granos básicos que se usan en su preparación y también a algunos enfermos de la Comarca Las Flores, “hemos pasado momentos muy difíciles pero todos se superan, este año, agradecemos a Dios por la paz de Nicaragua, y por ello oramos todos los días, para que en nuestro País, no regrese el espíritu del odio, rencor y la guerra”, culmina Paniagua.
Eliseth Pérez Hernández, llegó desde las seis de la mañana. Ella muele el arroz para las bebidas, en una piedra ancestral, asegura que participar de esta tradición religiosa familiar es una manera de agradecer a Dios por el milagro de la vida.
Es un equipo de trabajo, en su mayoría mujeres, jóvenes y adultas, quienes a pesar del paso del tiempo y la modernidad, para preparar esta bebida y comida lo hacen, con instrumentos rústicos usados por los familiares desde hace más de cien años.
Está actividad religiosa y de fe, se realiza en la comarca Las Flores de la Cuna del Folklore Nicaragüense, en la habitación de Amparo Paniagua.
