La compañera Rosario Murillo, vicepresidenta de la República, destacó que se conmemoran los 42 años de Octubre Victorioso, esta vez en el departamento de Masaya, cuna de nuestras tradiciones y cuna de héroes.
“En Masaya nació Sandino, no lo olvidemos nunca. Compañeros, compañeras, cuando decimos Masaya, decimos Niquinohomo”, subrayó.
Destacó que celebramos este fin de semana la gesta de San Fabián en Las Segovias y celebramos en San Carlos Río San Juan, todo esto como parte del inicio de la insurrección en Nicaragua que nos llevó al triunfo sobre la dictadura, del triunfo de la libertad.
Dijo que fue el pueblo nicaragüense el que venció el oprobio de la dictadura, de la dinastía somocista, y que con el Frente Sandinista a la vanguardia el pueblo nicaragüense fue capaz de alcanzar la proeza del triunfo e iniciar un nuevo y glorioso capítulo de nuestra historia patria.
Los derechos y la democracia llegaron el 19 de julio de 1979
La compañera Rosario recordó que la libertad, los derechos y la democracia llegaron a Nicaragua el 19 de julio de 1979 y esos derechos que alcanzamos con cuánto sufrimiento, cuánta sangre, cuánto dolor, que nos costó tanto, esos derechos los resguardamos todos los días a través de todas estas etapas que hemos vivido. Varias veces nos han querido arrebatar lo alcanzado, nuestros logros de pueblo cristiano y solidario en todos estos distintos momentos en que los mismos acaudalados y traidores de siempre han querido arrebatarnos el derecho a vivir tranquilos con bienestar y con beneficios sociales.
“Siempre hemos sabido distinguir y reconocer que esta patria es de todos, que aquí estamos todos, aquí nacimos, aquí vivimos y aquí tenemos el sublime deber de construir trabajo, seguridad, prosperidad, bien común, bienestar entre todos y para todos”, señaló
Expresó que es ese sublime deber de la raza nicaragüense que sabe de lucha y de honor, y “cada uno de nosotros es consciente de lo que hoy tenemos, de lo que protagonizamos, de lo que vivimos, del privilegio de vivir en un país seguro, tranquilo con un pueblo de paz y bien, y cuidar de este tesoro, en este mundo de tanta convulsión. Y esta patria buena y este pueblo bueno es nuestro de todos, nuestro gran inmenso e infinito tesoro, el regalo de Dios y lo cuidamos con el corazón”.
“Y lo cuidamos con el compromiso personal y colectivo de seguir adelante desterrando cualquier forma de egoísmo que quiera hacernos retroceder a tiempos de exclusión y a tiempos de saqueo del erario público, cualquier indicio de ese afán egoísta, insensible, nada cristiano de hacernos retroceder”, reiteró.
La compañera Rosario Murillo dijo que a esas pretensiones les oponemos amor, paz y voluntad de cumplir compromisos, de cumplir con ese deber sublime, sagrado de la raza nicaragüense de mantener nuestros derechos y mantener, sobre todo, cuidar, cautelar, la paz, nosotros los nicaragüenses, la paz y el bien común, porque Nicaragua es de todos.
Hay que ser valientes para cuidar la paz
“Y es aquí entre nicaragüenses que cuidamos nuestros tesoros patrimoniales. Y la paz y el bien y la convivencia armoniosa son nuestros tesoros patrimoniales y los cuidamos nosotros, con hidalguía, con mucha valentía, porque hay que ser valiente para cuidar la paz. Porque hay que ser valientes para amar la paz, con valentía y certeza de victoria, porque la historia es de los pueblos que luchan para hacer respetar y valer todos los días los derechos esenciales que conocimos apartar del 19 de julio de 1979 y que hemos defendido en todos los tiempos y ante todos los intentos de arrebatar ese patrimonio heroico del pueblo nicaragüense”, apuntó.
Finalmente, la compañera vicepresidenta dijo que tenemos una Nicaragua en paz, una Nicaragua con valores de familia con fe cristiana y una Nicaragua que custodia esos derechos de avanzar, de prosperar, de crecer, de trabajar, de mejorar la vida y sobre todo convivir seguros y contentos.
