EL sacerdote James Theodore Highhouse, fue sentenciado por el Tribunal de Distrito en Oakland, California a siete años de prisión, tras ser declarado culpable de los cargos de abuso sexual a presas de un establecimiento penitenciario.
Según los fiscales, en la oficina de la capilla de una prisión federal para mujeres del Área de la Bahía, el capellán (Highhouse), obligó a las reclusas que buscaban su guía espiritual a tener relaciones sexuales con él, explotando su fe y su impotencia tras las rejas para su propia gratificación.
James Theodore Highhouse fue sentenciado a siete años de prisión, más del doble del castigo recomendado en las pautas federales de sentencia. El juez federal de distrito Haywood S. Gilliam Jr. dijo que las pautas, que exigen una sentencia de menos de tres años, “subestiman seriamente la gravedad” de la conducta de Highhouse.
“Es difícil encontrar las palabras correctas para describir cuán atroz fue este abuso de estas víctimas”, indicó Gilliam.
Highhouse es uno de los cinco trabajadores acusados en los últimos 14 meses de abusar sexualmente de reclusos en la Institución Correccional Federal en Dublin, California, y el primero en llegar a la fase de sentencia de su caso.
Del mismo modo, Highhouse quien fue arrestado en enero y se declaró culpable en febrero, les decía a las mujeres de las que abusó en la prisión del Área de la Bahía, que todos en la Biblia tenían relaciones sexuales y que Dios quería que estuvieran juntos, dijeron los fiscales.
Si bien Highhouse, de 49 años, fue acusado solo de abusar de una reclusa y mentir a las autoridades, los fiscales dicen que tuvo una conducta depredadora con al menos seis mujeres entre 2014 y 2019.
Con Información de Agencias de Noticias Internacionales