Los del departamento de salud se suman a las huelgas del sector público en plenas navidades en Reino Unido. Este año, se ha producido la caída más pronunciada del nivel de vida desde que comenzaron los registros ante una inflación disparada. Al paro de las enfermeras se suma esta semana el de las ambulancias, mientras continúa la protesta de los ferroviarios que paraliza el servicio de trenes.
Inglaterra esta paralizada por diversas protestas que se llevan a cabo con el fin de mejoras salariales en el sector publico. De manera que, el movimiento de protesta social se amplía en el país ante una inflación superior al 10% y las tensiones crecientes con el gobierno conservador, que se niega a discutir unas mejoras salariales que considera «inabordables».
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Pero la huelga en las ambulancias pone especial presión sobre el gobierno debido a los riesgos que representa para las personas que necesitan ser atendidas de urgencia.
En una reciente entrevista con LCB, el ministro de Economía, Jeremy Hunt, se negaba a descartar la prohibición para enfermeros. El premier Rishi Sunak se ha reunido con su gabinete de crisis para estudiar los planes de contingencia. Entre otros, se desplegará al Ejército para que los soldados puedan conducir ambulancias o realizar control de pasaportes en puertos y aeropuertos. Pero tan solo será un parche.
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En varios lugares de Reino Unido aparecieron piquetes de huelga el miércoles por la mañana. En el suroeste de Londres, unos manifestantes lucían pancartas con el lema «Salvad el NHS».
Por lo tanto, la secretaria general del sindicato GMB dijo que le «corresponde al gobierno poner fin a este conflicto ahora».
«Al rechazar hablar de salarios con los sindicatos, el gobierno es quien decide continuar el conflicto»; aseguró Harrison.