En medio del estallido de la pólvora y el sonar de los filarmónicos, ingresó a su santuario en Las Sierritas la imagen de Santo Domingo de Guzmán, quien permaneció durante 10 días en la capital.
«Mi niño al nacer no podía respirar, lo intubaron y logró sobrevivir, hoy mi hijo tiene 10 años y aquí andamos juntos pagando el milagro. Desde ayer nos quedamos a dormir en la iglesia de Managua y hoy salimos muy temprano con el santo, Minguito es milagroso y por eso estamos aquí felices, dándole gracias por sus milagros», manifestó Pedro Cuadra.
Miles de promesantes y tradicionalistas despidieron a su santo patrono con muestras de fe y pago de milagros concedidos, unos llegaron hasta la iglesia de rodillas, otros bailaron vestidos de folclore con sus réplicas en mano.