Graves inundaciones y más de 1 mil 200 personas desplazadas es el resultado de cuatro días consecutivos de intensas lluvias en Nueva Zelanda. Según las autoridades tardarán años en lograr limpiar las consecuencias del alterado clima en el planeta.
Las 1 mil 200 personas desplazadas por las lluvias habitaban en, aproximadamente, 400 hogares localizados en la región.
Las lluvias hicieron que los habitantes de la región mencionada fueran considerados “evacuados”; sin embargo, al ver las afectaciones que las inundaciones han provocado, las autoridades han señalado que es poco probable que la gente pueda regresar a sus casas. Es decir, han sido desplazados por las aguas.
De la misma manera, la alcaldesa de Nelson, Rachel Reese, secundó las declaraciones de las autoridades, aceptando que, lamentablemente, tomará años que la región se recupere de las inundaciones. No solamente los hogares han resultado afectados, también las vías de comunicación.
“El daño que vi en Nelson esdesgarrador”; comentó uno de los directores del grupo civil de Defensa, Alec Louverdis. “Estamos a años de una recuperación”.
Nelson no es la única región de Nueva Zelanda que se ve afectada por las inundaciones. Otras comunidades viven dramas similares, como Marlborough Sounds, donde las lluvias han dejado completamente aislada a la población y se advierte que están pronto a quedarse sin suministros.
De acuerdo con las autoridades, las lluvias torrenciales no son lo único atípico que se ha registrado en los últimos días en Nueva Zelanda. Estas coronan semanas de un inusual clima húmedo, el cual es atribuido; según especialistas a una fuerte corriente de vapor denominada “río atmosférico”.
Los pronósticos indican que el mal tiempo no disminuirá en los próximos días. Y ello hace inminente la amenaza de deslaves, lo cual obstaculizaría las tareas de evacuación.
Por lo tanto, la Defensa Civil de Nueva Zelanda está al pendiente de los niveles de ríos, bajo la previsión de cerrar puentes que unen comunidades. Por ejemplo en la ciudad de Waitara, donde se han suspendido las clases por temor a que un posible cierre de puente deje familias divididas.