La Vicepresidenta Compañera Rosario Murillo, destacó que hoy primero de julio da inicio Julio Victorioso, en fuerza de victoria de la mano de Dios.
“Primero de julio, primero de ese julio siempre victorioso, todos los julios siempre 19, siempre será 19 en fuerza de victoria de la mano de Dios“, dijo.
Recordó que también hoy se cumplen 95 años del Manifiesto de San Albino del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, emitido el primero de julio de 1927.
“Desde las montañas, desde San Albino, desde allá Sandino nos dijo que teníamos el deber sagrado de defender la Patria”, dijo.
Rememoró extractos del manifiesto: “Sabemos que el hombre, la mujer que de su Patria no exigen un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no solo ser oído sino también creídos. Soy nicaragüense y me siento orgulloso de que en mis venas circule, más que cualquiera, la sangre india americana que por atavismo encierra el misterio de ser patriota leal y sincero”.
“Soy trabajador de la ciudad, artesano como se dice en este país, pero mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho que tenemos de ser libre y de exigir justicia, aunque para alcanzar ese estado de perfección sea necesario derramar la propia y la ajena sangre. Que soy plebeyo dirán los oligarcas o sean las ocas del cenagal. No importa mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y el nervio de la raza, todos los que hemos vivido postergados y a merced de los desvergonzados sicarios que ayudaron a incubar el delito de alta traición a la Patria los conservadores de Nicaragua que hirieron el corazón libre de la Patria y que nos perseguían encarnizadamente como si no fuéramos hijos de una misma nación. ¿Quiénes son los que ataron a mi patria al poste de la ignominia? Díaz y Chamorro y sus secuaces que aún creen, quieren tener derecho a gobernar esta patria, apoyados por las bayonetas y las Springfield del invasor. ¡No, mil veces no!”, citó.
Recordó que “tengo memoria temprana, fresca, de mi padre recitando de memoria, de pie a cabeza, de cabeza a pie el Manifiesto de San Albino, nos aprendimos párrafos enteros de memoria y es la marca, es el símbolo que nos representa, que nos caracteriza, el símbolo de luchadores, el símbolo de defensores de la Patria, el símbolo de ser antagonistas de quienes cometieron crímenes imperdonables, cuánto nos decía Sandino: Acepto la invitación a la lucha. Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá, el decoro nacional y que será redención para los oprimidos”.
“Cuánto nos dejó Sandino, cuánto honor, cuánta gloria: Acepto la invitación a la lucha y yo mismo la provoco y al reto del invasor cobarde y de los traidores de mi Patria, contesto con mi grito de combate y mi pecho y el de mis soldados formarán murallas donde se lleguen a estrellar legiones de los enemigos de Nicaragua. Podrá morir el último de mis soldados, que son los soldados de la libertad de Nicaragua, pero antes, más de un batallón vuestros, invasor rubio, habrán mordido el polvo de mis agrestes montañas”, dijo.
“Aquí defendemos la soberanía nacional con el corazón lleno de orgullo, con el pecho en alto, con esa capacidad de ver el futuro de ir siempre más allá, con esa decisión inquebrantable de seguir luchando, de seguir diciendo no aceptamos que vengan a lacerar nuestra soberanía, de seguir diciendo vencemos y venceremos”, finalizó.