Tom Cruise, uno de los rostros más emblemáticos de Hollywood y cuatro veces nominado al Oscar, por fin sostuvo una estatuilla entre sus manos.
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No fue por una actuación ni por una producción específica, sino por una trayectoria que ya forma parte indeleble de la historia del cine. En los Governors Awards 2025, el actor recibió su primer Oscar —un reconocimiento honorífico— de manos del director Alejandro González Iñárritu, quien lo presentó entre prolongados aplausos.
Cruise subió al escenario visiblemente conmovido, con esa combinación de energía y vulnerabilidad que lo ha caracterizado durante décadas. Tras abrazar a Iñárritu —quien dirige su próxima película— tomó el micrófono y lanzó una promesa que desató una ovación inmediata:
“Haré todo lo posible por este arte, para apoyar y defender nuevas voces, para proteger lo que hace poderoso al cine. Ojalá sin muchos huesos rotos más”, bromeó, aludiendo a sus célebres acrobacias.
La ceremonia estuvo cargada de simbolismo. La Academia anunció que, a partir de 2028, en la histórica edición número 100 de los premios, se incorporará la categoría “Achievement in Stunt Design” para reconocer el trabajo de los dobles de acción, un hito que refleja la evolución del cine como esfuerzo verdaderamente colectivo. Desde sus mesas, figuras como Steven Spielberg, Jennifer Lopez, Emily Blunt, Emma Stone y Ariana Grande aplaudieron con entusiasmo mientras Cruise resaltaba el poder del séptimo arte.
“El cine me hace recorrer el mundo y entenderlo. No importa de dónde vengamos: en una sala de cine reímos juntos, sentimos juntos, esperamos juntos. Hacer películas no es lo que hago, es lo que soy”, expresó ante un público totalmente entregado.
En esta 16ª edición de los Governors Awards, Tom Cruise no solo añadió un nuevo capítulo a su carrera, sino que recordó por qué, más de cuarenta años después, sigue siendo una de las fuerzas más vibrantes de Hollywood.
